Bueno, pues
en esta pasada semana hemos tenido ya la segunda prueba del circuito
#Sevilla10K.
En esta
ocasión tocaba afrontar la carrera del 10.000 en el entorno del Parque de María
Luisa. Y lo mejor de todo es que no necesito ir en coche.
-“Con que
me lleve el señor conductor del autobús urbano, ¡me vale!”-. ;p
Lo único
malo es que al no tener controlado el horario aproximado de los domingos de la
línea 5; por si acaso, me levanté bastante temprano y, ya de paso, desayunaba
bien y con tranquilidad. ^_^!
Quinto levanta
-“Bien, en
esta ocasión me he levantado antes de que el gallo cante”-. XD
A eso de
las 6:30AM ya estaba fuera de la cama. Así que me fui a la cocina a prepararme
el desayuno.
Para esta
ocasión he desayunado:
- Café con leche.
- Tostada entera con mantequilla.
- Un plátano.
- Una manzana.
Y después
de “menear el bigote”, ha tocado vestirse para ponerse en marcha hacia la línea
de salida, ubicada en la Avenida de la Borbolla (justo a la espalda del parque
de María Luisa).
Toca esperar
Una vez que
comprobé por enésima vez que lo llevaba absolutamente todo, de dirigí a la
parada del autobús y allí comprobé en la pantalla de seguimiento de tiempos de
la línea, que tardaría en llegar a la parada unos 20 minutos; así que tocaba
esperar.
-“Más de lo
esperado y de lo deseado”-. - .-!
Lo que no
quería que sucediera… ¡sucedió!
Hice las
cuentas y si todo iba bien, y no se paraba en todas las paradas, llegaría a la
zona de la meta para dejar los bártulos sobre las 8:30.
-“¡Genial!
Así dejo el macuto en el guardarropas y podemos calentar correctamente”-.
El bus
clavó el tiempo que marcaba la pantalla y, por suerte para mí y aunque el
chófer iba tranquilo haciendo las paradas, a eso de la hora calculada ya andaba
por la Plaza de España del parque; que es donde se sitúa la línea de meta y
está el guardarropas.
Me
“despeloté”, dejé los trastos en el guardarropas y justo cuando acabé llegó
Dani e hizo lo mismo.
-“¡Que
copión!, jajaja”-. ^_^
Y tras
ponernos el traje de faena de runners, nos fuimos a los baños químicos para
aliviar las vejigas.
-“Y menos
mal que nos fuimos temprano, porque después se forman unas colas…”-.
¡A calentar!
Bueno, durante
el calentamiento pudimos comprobar que estábamos algo tiesos.
Dani se
notaba la pierna izquierda rara desde la cadera y yo, cosa rara en mí, tenía
los dos tobillos como los muñecos de playmovil.
Así que el
poder tener aproximadamente una media hora para calentar nos venía perfecto
para salir del entumecimiento.
-“Eso sí,
siempre y cuando no muriéramos en el intento. Jajajaja”-.
Casi en el
final de la Avenida, justo cuando regresamos trotando hasta la zona de salida,
me dio por mirar atrás y vi cómo se incorporaba un autobús para salir en
dirección contraria de la meta y poder hacer su servicio con normalidad.
El autobús
iba superdespacio ya que los locos de colores fosforitos estábamos por allí
haciendo todas esas cosas raras a la que llamamos calentamiento.
En el
momento de darnos la vuelta le dije a Dani:
-“Cuidado
con el autobús que viene ahí atrás”-.
Supongo que
pensó que estaría más lejos y se giró sobre sí mismo a la velocidad del rayo y, precisamente a esa velocidad, fue
el respingo que dio al ver al autobús a escasos 10 metros de nosotros.
Pasamos cada
uno por un lado y al reencontrarnos por la parte trasera del bus, no pudimos
reprimir las bromas y las risas.
-“¡Daniiii!
Que el autobús escoba es el colorao de Tussam; el que pone “Autobús Carrera”.
Jajajaja”-.
Dimos un
par de vueltas más y nos fuimos cada uno a nuestros cajones de salida.
La Carrera
En el cajón
de salida que quedé en el lateral izquierdo pensando que era una mala posición
para salir, pero tras el pistoletazo de salida, resultó ser una muy buena zona
para salir sin grandes dificultades y más rápido de lo que me había imaginado.
En apenas
60 metros ya estaba a la altura del globo de los 50 minutos y, sin dudarlo un
segundo, lo dejé atrás.
El objetivo
estaba claro, hacer toda la carrera por delante de él y, de ser posible, tratar
de sacarle la máxima distancia posible.
En los
primeros compases de la carrera la temperatura es que ha sido una pasada y el
poco aire que soplaba se agradecía, pero lamentablemente esto ha durado muy
poco y el sol ha hecho acto de presencia.
-“¡Y de qué
manera!”-. OO!
Ha empezado
a apretar la calor y el viento ha dejado de soplar para hacernos sentir como
pollos asados.
En unas
tres ocasiones he echado mano al cuello de la camiseta y he subido un poco la
parte de los hombros hacia arriba para tratar de quitarme el contacto del
cuello y hacer que disminuya la sensación de agobio.
-“¡Y eso
que la camiseta es cómoda y te deja transpirar que da gusto!”-.
En el PK6
iba tan incómodo que hasta pensé en parar, pero en vez de eso bajé el ritmo
para tratar de conservar fuerzas, tratar de evitar el flato y oxigenar al
máximo las piernas.
Tampoco
convenía obsesionarse por correr bajo la sombra que pudiese encontrar ya que
por ahí iba todo el mundo y suele ser por donde el asfalto presenta la mayor
inclinación. Y esa inclinación excesiva puede hacer que al llevar desnivelada
la cadera, te encuentres con algún problema físico inesperado.
Foto: Corredores Parque María Luisa Imagen: Entrada al parque |
Al llegar
al PK8 el planteamiento de carrera pasaba por ir incrementando el ritmo hasta
alcanzar la meta llevando el ritmo más alto posible, y teniendo en cuenta que
tenemos que correr en curva justo antes
de encarar la corta recta de meta.
Así lo fui
haciendo pero siendo consciente del cansancio que todavía tienen acumulados los
cuádriceps desde el Trail de la Ruta del Agua y, aún y así, no me puedo quejar
del ritmo progresivo que he conseguido llevar desde ese PK8.
La anécdota
Al llegar
al parque y, a falta de 700 metros para la meta, al rebasar a unos corredores
por la izquierda, uno de ellos lanzó un escupitajo sin mirar ni nada hacia la
izquierda.
Cuando se
percató que justo allí estaba yo, se disculpó y le respondí con un “nada, nada,
¡no me has dado!”.
Aunque
luego pensé: “Si me llega a dar igual me parte la pierna. ¿Estaría fresquito?
¡Joé que calor!”. XD
Ahora en
serio. Si vas a hacer esto alguna vez en carrera; primero mira y luego hazlo
para no darle a nadie. Y como consejo; escupe delante de tuya, y no para los
lados. Así, si le das a alguien, que sea a ti, ¿no crees que es lo mejor? ;)
Mis Resultados
Bueno,
lejos de pillar al globo de los 45 minutos (“en alguna de estas te pillo, ¡maldito!”),
y con la sensación de calor y agobio que he pasado, estoy muy satisfechos con
el resultado.
La próxima
carrera será la Carrera Popular Triana Parque de La Vega; y sí, va a hacer
calor. En fin, ya veremos que tal se nos da.
;p
Nos leemos
pronto!!
Bueno, no se hable más...en una horas me levanto de la cama para empezar a entrenar después de tanto tiempo. 😊Comenzare la semana con unos humildes minutos de trote alternado con minutos de caminata e iré incrementando el esfuerzo en la semana.Se que me va a costar y que valdrá la pena.Estuve leyendo tu blog tengo algunas dudas ¿porqué correr descalzo? ¿la máscara para que es? :D
ResponderEliminarHola Veru!! ^_^
Eliminar¡Muy bien! Retomar los entrenamientos y la costumbre de salir a correr partiendo de un CaCo, es un modo genial de hacerlo. Eso sí, sin excesos. Siempre es bueno acabar con la sensación de poder haber hecho más que no acabar muerto y no volver a retomarlo. ;)
A ver, te cuento. La máscara es para simular trabajar en altitud cuando no se puede. Lo que hace con los filtros que lleva, es limitar la cantidad de aire que respiras. De este modo tienes que esforzarte más en respirar algo más profundamente y trabajas toda la musculatura torácica.
¡Al principio cuesta un montón! Pero cuando le pillas el gustillo, no resulta tan complicado, jejeje. Eso sí, hace ruido y la gente te mira por la calle como si fueras un marciano.
Para mí (y con esto respondo a tu primera pregunta), correr descalzo o con calzado minimalista, me está sirviendo para mejorar la técnica de carrera, corro de un modo más eficiente y fortalezco las estructuras ligamentosas de las articulaciones de los pies, tobillos, piernas, rodillas, muslos y caderas; además de la musculatura.
Es un entrenamiento complementario al que actualmente realizo y que está también encaminado a reducir la posibilidad de sufrir alguna lesión y, en caso de que se produzca, tratar de que ésta tenga el menor impacto posible sobre el cuerpo.
¡Vaaaya rollo que te acabo de soltar! jijiji.
Y ahora venga, ¡a entrenar! ^_^
Saludos!!