Hola!!
Ya estamos metidos de lleno en el verano (aunque por las
temperaturas no lo parezca realmente), y es que de momento, parece que las
altas temperaturas no nos están castigando como en veranos anteriores.
-“Peeeeeero, no conviene fiarse de esto”-.
Aunque no tengamos esos valores más propios del infierno
que de otra cosa, no significa que haga calor y que debamos de tomar ciertas
precauciones a la hora de salir a la calle a quemar las suelas de nuestras
zapatillas.
-“Y es que eso de terminar echo papilla por el calor no
es nada agradable…”-.
Así que si te parece y, aunque sean cosas de perogrullo, vamos
a repasar unas cuantas cosas para evitar los sobrecalentamientos
veraniegos. ;)
Hidratate
-“Y pesado soy con esto…. ¡Imagínate en verano!”-.
Pero es cierto, en verano sudamos mucho más. Y es por eso
que tenemos que tener muy presente el tema ese de los villancicos que dicen eso
de: “…beben y beben y vuelven a beber…”
-“Salvo que seas un ser atérmico, claro. Jajaja”-.
Así que cuando salgamos a la calle a correr tendremos que
llevarnos con nosotros la botellita de agua y las sales minerales o el
isotónico.
Búho o Gallo
-“Tú eliges”-.
Para evitar problemas no deseados, lo mejor es darse un
buen madrugón o salir a las horas de las brujas. Recuerda que cuanto más
cercanos estemos a la franja del medio día más calor va a hacer y más riesgo
sufriremos de tener problemas de deshidratación, de regulación de temperatura y
más fácil será que padezcamos calambres, lipotimias e incluso golpes de calor.
Así que, salvo que estés preparando el Maratón de Sables,
haz como los vampiros.
-“Alejate del Sol”-.
;)
A fuego lento
Sí, como acabas de leer, a fuego lento.
Esto es una cosa muy simple. Nuestras sesiones en verano
deben de ser algo más cortas de lo habitual y debemos bajar la intensidad de
las mismas para evitar una sobre exposición a las altas temperaturas.
Sobre todo debemos de hacerlo durante la primera semana;
que es más o menos el tiempo que nuestro cuerpo va a tardar en aclimatarse a
las temperaturas del verano.
Pintando un cuadro
-“¡Tranquilo, tranquilo! Que no tenemos que pintar nada…
¡Cómo sois…!”-.
Con esto me refiero a la ropa que utilicemos.
Ya sabemos que nos gustan los colorines molones a la hora
de salir a quemar las zapatillas, pero recuerda que en verano, cuanto más
claros sean los colores, mucho mejor.
Así que en la medida de lo posible dejaremos de utilizar
colores que atrapen el calor. La opción de colores claros y en la gama de los
colores fríos gana enteros ;)
-“Por cierto, en el mundo de las mallas (si corres con
ellas), existen más colores además del negro. ¡Ahí lo dejo!”-.
Utiliza gorra o visera y gafas de sol.
Utiliza protector solar deportiva para evitar las
quemaduras por la exposición al sol mientras corremos.
-“Recuerda que el sudor hace de lupa con los rayos de sol
y es más fácil que nos quememos”-.
Ahora más que nunca, ¡usa vaselina!, para evitar fricciones
en la piel ahora que sudamos más.
Los calcetines que te pongas que sean lo más finos
posibles y, si transpiras mucho por los pies, para evitar un exceso de humedad,
emplea un poco de polvos de talco.
El rutómetro
Pues sí, es una buena cosa el revisar las rutas que
habitualmente hacemos y modificarlas para tener más sombra y, en la medida de
lo posible, que tengamos fuentes públicas, arroyuelos o similar para podernos
refrescar y combatir las inclemencias de las altas temperaturas.
Otro aspecto a tener muy en cuenta es el índice de
humedad del aire, ya que este dato nos puede tirar por tierra toda la sesión.
Ten en cuenta que cuanto más humedad tenga el aire más
complicado será que nuestro cuerpo se refrigere de modo eficiente. Y si a esto
le sumamos las altas temperaturas, la sensación de calor y ahogo son mayores.
Así que ya sabes; corre con cabeza, más tranquilo, menos
tiempo de sesión, lleva ropa clara e hidrátate.
^_^
Nos leemos pronto!!
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