Imagen: pizza |
Hola!!
Bueno, pues con el final de esta semana le decimos adiós
al mes de Septiembre y damos la bienvenida al mes de Octubre.
Así que prepárate porque en breve comienza el bombardeo
de las cosas navideñas que nos invita a ponernos “zolluos” (*) perdidos.
Y para que puedas aprovechar bien en esas fechas el
ponerte como el muñequito de Michelin antes de la liposucción que le hicieron
ya hace décadas, te voy a contar una cosa para que entiendas mejor por qué hay
personas que, a pesar de ir al gimnasio, o “matarse” haciendo deporte siguen
estando con esos kilos de más.
-“Y claro, es que una buena cerveza con su tapa de ensaladilla,
croquetas, albóndigas, etc. Es un gran reconstituyente”-. XD
Y lo cierto es que tiene una explicación muy fácil; se
llama Ventana Metabólica.
Ventana Metabólica
Seguro que en algún momento del día has tenido la
sensación de hambre y has tenido ese pellizco en la boca del estómago.
Bien, esa sensación es la de tener el estómago vacío y
nuestro cuerpo nos pide que le demos algo de comer para seguir con sus procesos
metabólicos normales y tener energía.
Algo parecido a esa sensación es la que tienen nuestros músculos
tras una actividad física intensa. Tras ella, la musculatura necesita
recuperarse del daño sufrido y volver a los valores normales de glucógeno (la
gasolina de nuestros músculos).
Así que tras la actividad física, se abre un lapso de
tiempo de aproximadamente un par de horas en donde los primeros 30-45 minutos,
se convierten en los más importantes para suministrar a nuestro cuerpo todos
los nutrientes que va a necesitar para la reparación de los tejidos dañados. O dicho de modo técnico; vamos a tratar de revertir el proceso del catabolismo celular de los tejidos (la destrucción muscular) y a favorecer los procesos anabólicos de los tejidos (recuperación y reconstrucción del músculo).
Básicamente lo que vamos a necesitar son hidratos de
carbono, proteínas, grasas, vitaminas y sales. Y las proporciones van a variar
en función del tipo de práctica deportiva que llevemos a cabo.
-“No es igual la relación de hidratos y proteínas para un
velocista que para un maratoniano. Y sí, ahora sabes por qué después de
entrenar si te vas al bar a por unas tapas, no consigues bajar de peso”-.
En mi caso, cuando acabo de entrenar entre semana, suelo
tomarme en medio litro de agua, un preparado recuperador que trae todo lo
necesario. Es lo más rápido, cómodo y práctico.
Sin embargo, los fines de semana (que tengo más tiempo),
prefiero hacerme mi propio “batido”.
Consiste en:
- 1 y ½ litro de leche de arroz (es el agua de haber hervido el arroz).
- 1 plátano.
- 2 manzanas.
- 2 naranjas.
- 1 cucharada rasa de creatina (cuchara de postre).
- 1 cazito de colágeno natural.
- 1 cazito de hidratos de carbono en polvo.
Lo meto todo en la batidora y le doy un buen meneo.
El primer vaso (suelen hacer en torno a los 250ml), lo
tomo nada más llegar a casa. Y la segunda toma la efectúo a los 30 minutos de
haber acabado.
-“A veces se me va
la pinza y también le echo el recuperador. En esas ocasiones sólo me tomo
un vaso”-. ;p
Y tú, ¿te preparas algún “potingue” para ayudar a
recuperar bien a tu organismo?
(*) -> Ponerse hecho un zollo o estar zolluo, es una
expresión andaluza para indicar de modo eufemístico que alguien está o se ha
puesto muy gordo en poco tiempo. En realidad, este adjetivo “zollo” viene de
cuando por el río Guadalquivir subían los esturiones o sollos inchados para
desovar.
Nos leemos pronto!!
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