viernes, 29 de septiembre de 2017

Running: La Ventana Metabólica

Imagen: pizza


Hola!!

Bueno, pues con el final de esta semana le decimos adiós al mes de Septiembre y damos la bienvenida al mes de Octubre.

Así que prepárate porque en breve comienza el bombardeo de las cosas navideñas que nos invita a ponernos “zolluos” (*) perdidos.

Y para que puedas aprovechar bien en esas fechas el ponerte como el muñequito de Michelin antes de la liposucción que le hicieron ya hace décadas, te voy a contar una cosa para que entiendas mejor por qué hay personas que, a pesar de ir al gimnasio, o “matarse” haciendo deporte siguen estando con esos kilos de más.

-“Y claro, es que una buena cerveza con su tapa de ensaladilla, croquetas, albóndigas, etc. Es un gran reconstituyente”-.  XD

Y lo cierto es que tiene una explicación muy fácil; se llama Ventana Metabólica.



Ventana Metabólica


Seguro que en algún momento del día has tenido la sensación de hambre y has tenido ese pellizco en la boca del estómago.

Bien, esa sensación es la de tener el estómago vacío y nuestro cuerpo nos pide que le demos algo de comer para seguir con sus procesos metabólicos normales y tener energía.

Algo parecido a esa sensación es la que tienen nuestros músculos tras una actividad física intensa. Tras ella, la musculatura necesita recuperarse del daño sufrido y volver a los valores normales de glucógeno (la gasolina de nuestros músculos).

Así que tras la actividad física, se abre un lapso de tiempo de aproximadamente un par de horas en donde los primeros 30-45 minutos, se convierten en los más importantes para suministrar a nuestro cuerpo todos los nutrientes que va a necesitar para la reparación de los tejidos dañados. O dicho de modo técnico; vamos a tratar de revertir el proceso del catabolismo celular de los tejidos (la destrucción muscular) y a favorecer los procesos anabólicos de los tejidos (recuperación y reconstrucción del músculo).

Básicamente lo que vamos a necesitar son hidratos de carbono, proteínas, grasas, vitaminas y sales. Y las proporciones van a variar en función del tipo de práctica deportiva que llevemos a cabo.

-“No es igual la relación de hidratos y proteínas para un velocista que para un maratoniano. Y sí, ahora sabes por qué después de entrenar si te vas al bar a por unas tapas, no consigues bajar de peso”-.

En mi caso, cuando acabo de entrenar entre semana, suelo tomarme en medio litro de agua, un preparado recuperador que trae todo lo necesario. Es lo más rápido, cómodo y práctico.

Sin embargo, los fines de semana (que tengo más tiempo), prefiero hacerme mi propio “batido”.

Consiste en: 
  • 1 y ½ litro de leche de arroz (es el agua de haber hervido el arroz).
  • 1 plátano.
  • 2 manzanas.
  • 2 naranjas.
  • 1 cucharada rasa de creatina (cuchara de postre).
  • 1 cazito de colágeno natural.
  • 1 cazito de hidratos de carbono en polvo.


Lo meto todo en la batidora y le doy un buen meneo.

El primer vaso (suelen hacer en torno a los 250ml), lo tomo nada más llegar a casa. Y la segunda toma la efectúo a los 30 minutos de haber acabado.

-“A veces se me va  la pinza y también le echo el recuperador. En esas ocasiones sólo me tomo un vaso”-.  ;p

Y tú, ¿te preparas algún “potingue” para ayudar a recuperar bien a tu organismo?

(*) -> Ponerse hecho un zollo o estar zolluo, es una expresión andaluza para indicar de modo eufemístico que alguien está o se ha puesto muy gordo en poco tiempo. En realidad, este adjetivo “zollo” viene de cuando por el río Guadalquivir subían los esturiones o sollos inchados para desovar.



Nos leemos pronto!!

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