Imagen: Propia |
Hola!!
Bueno, pues ya estoy un
viernes más contigo. ^_^
Y para este día, lo que te voy
a contar es algo de lo vivido durante mi estancia en el hospital, mientras
acompañaba a mi madre.
-“Verás…”-.
Ese mismo domingo se celebraba
la tercera carrera del circuito del 10K del IMD; la perteneciente a la Carrera
Popular de Parque Miraflores. Y, como bien te imaginas, a estas alturas del mes
de Mayo, la calor en la ciudad se ha hecho presente.
Además tienes que tener en
cuenta que son los primeros días donde el termómetro se dispara sin previo
aviso y, aún no estamos habituados al 100% a estas “bromas”. Así que hay que
ser precavido con esto de salir a correr o a realizar alguna práctica
deportiva.
-“Sobre todo si estamos
empezando en esto de hacer deporte”-.
El corredor antorcha
Como te comentaba, estando en
la sala de urgencias, llegó un chico de apenas 38 años que se había desplomado
en la calle y que estaba aturdido.
En ese momento escuché la voz
de un miembro de los equipos médicos:
-“Atentos que nos llega un
runner, ¿sabéis si hay alguna carrera hoy?”-.
Y en nada entraron los chicos
de la ambulancia:
-“Buenas, aquí os traemos a un
corredor. Se nos ha desplomado delante de la ambulancia. Estaba participando en
una carrera y se ha caído al suelo”-.
-“¿Una carrera hoy? ¿Con esta
calor?”-. Fue el comentario de la doctora.
Y como en esto soy un cotilla…
Resulta que el chico estaba
haciendo de guía de un corredor ciego que compite a cierto nivel. Y él se
olvidó de sí mismo en pro de estar pendiente del atleta.
Como resultado obtuvo un
fuerte golpe de calor que le hizo acumular más calor interior que una
locomotora de carbón y que lo llevó a la sala de urgencias donde lo envolvieron
con gasas frías (parecía una momia), le pusieron suero frío, se hizo sus
necesidades encima como un par de veces, estuvo vomitando y con unos temblores
que mantuvo al equipo médico alerta por si comenzaba a convulsionar.
Por suerte el chico se fue
recuperando poco a poco.
-“¡Menudo sustazo!, ¿no crees?”-. O.O!!
El runner de hojalata
-“¿Te acuerdas del personaje
del hombre de hojalata del Mago de Oz?, ¿Sí? Pues te cuento”-.
Resulta que a los pocos
minutos llegó otro sanitario:
-“¡Equipo atentos que nos
traen a otro corredor! ¿Pero qué cojones pasa esta mañana? ¿Qué hay maratón o
qué leches pasa? Tú pregunta al Macarena si ellos han recibido algún corredor.
Tener en diez minutos a dos corredores no es normal”-.
-“El chico (el otro runner)
nos ha dicho que hoy hay carrera de 10k y 5k”-.
-“¡¿En serio, hoy, con esta
calor?! Buf, como esto se anime… ¡Menudo domingo nos espera!”-.
-“El Macarena dice que no sabe
nada. Pero que gracias por avisarlos; que estarán pendiente y nos informarán si
les llegan corredores”-.
Y en esto que entran los miembros
de la UVI móvil del 061 como auténticos aviones por la sala.
-“Varón de cincuenta y pico de
años con sobrepeso y con una arritmia de caballo. Estaba participando en una
carrera y se ha sentido mal”-.
En nada estaba en la cama de
urgencias. Le habían puesto una plancha metálica sobre la cama y el corredor
estaba sobre ella.
Entre los médicos, enfermeros,
la máquina del electrocardiograma y la chisparlo… ¡No sé cuanta gente tenía a
su alrededor!
Por cierto, que no te lo he
dicho, “El Macarena” es como se le conoce popularmente al Hospital
Universitario Virgen Macarena.
En fin, volviendo al caso,
tras el electrocardiograma, me llamó mucho la atención el modo entre “guason” y
“si pudiera le daba dos buenas hostias” del médico cardiólogo viendo el electro
del corredor mientras lo comentaba con dos médicos MIR.
-“Decidme que véis”-.
Y mientras que los dos médicos
MIR estaban viendo el electro y flipando con ello, el médico les interrumpió:
-“Esto es lo que se llama
tener una feria eléctrica. Mirad. Primer tramo: descompensado de cojones.
Segundo tramo: El corazón está más perdido que Marco en el día de la madre. Y
el tercer tramo como el primero: de feria.”-.
Los pobres MIR no sabían si
reírse o qué hacer ante el resumen del otro.
-“Está vivo de milagro”-.
Terminó aseverando.
Pues bien, esto es lo que
sucede cuando una persona, con sobrepeso, que es fumadora, bebe y come en
cantidades industriales de forma poco (o nada) sana, decide un día ponerse un
dorsal para correr y desprecia la distancia de 10K de la prueba.
En realidad, este señor, no
tenía ni que haber empezado a efectuar ejercicio sin el reconocimiento previo
de un médico y tras haber adquirido unos hábitos de vida saludables.
A él se lo llevaron
a la Unidad Coronaria de Cardiología para poderlo tener bien controlado y
monitorizado.
-“¡Todo un espectáculo en algo
menos de una hora!”-.
Algunas Recomendaciones
Tanto si te vas a levantar del
sofá como si vas a ponerte un dorsal, lo primero que debemos hacer es
efectuarnos un reconocimiento médico que nos diga que podemos empezar a
movernos.
Y una vez que tengamos el “OK”
del tío de la bata blanca, podemos tener unas pequeñas premisas:
- Comer sano.
- Dejar de fumar.
- Dejar el consumo habitual de bebidas alcohólicas y/o carbonatadas.
- Comenzar por una actividad suave y durante poco tiempo. ¡Ya tendremos tiempo de darnos caña!
Ahora con el calor:
- Evitar las horas de máximo calor. La actividad física a primera o última hora del día.
- Hidratarse bien durante el día y especialmente durante la práctica deportiva. ¡¡Llévate una botellita con agua!!
- Lleva algo de dinero.
- Usa gorra, visera y gafas de sol.
- Utiliza colores claros.
- Las prendas deportivas que sean de alta transpirabilidad. Olvídate de las prendas de algodón.
- Usa crema protectora para evitar la radiación solar.
- Lleva caramelos o similar que te pueda aportar azucares.
Tio no me había pasado nunca por aquí, pero me encanta, me veras a menudo.
ResponderEliminarSaludos!!
¡Hombreeeee Don Samuel, que alegría leerle por aquí! ^_^
EliminarMuchas gracias, me alegra ver que te gusta. Pues nada, siéntete como en casa y paséate a tus anchas por las diferentes habitaciones del blog. ^_^
¡Un abrazo!